Por J. R. Ramos
La mayoría nos acostamos a
dormir como los camellos con cargas sobre las
espaldas.
Somos esclavos de
las preocupaciones
nocturnas: Las preocupaciones agotan
el vigor y acaban la salud. Un sueño
molesto no beneficia la salud.
Tenemos que tener
un sueño profundo, apacible y libre de molestias, para que su cuerpo se recupere y tenga la oportunidad de trabajar.
Tal es la función del sueño, de reconstruir y regenerar para que se aumenten los tejidos y las células del cuerpo.
Ya hemos dicho y
se lo reiteramos, que
dentro de nosotros,
llevamos el poder de hacer lo que se desea.
En su cerebro
radica el poder para utilizar
todos los recursos inexplotables. La evolución
humana forma parte de un plan infinito en que el
hombre progresa en virtud de sus propios esfuerzos, tanto en términos individual, como colectivo.
Existe un
principio, es que algún poder más grande que nosotros, trajo el primer
germen de la vida a este mundo.
Sabemos también, que el poder
del hombre dimana de la mente-cerebro.
Existe una gran
fuerza creadora, la evolución espiritual.
El espíritu se manifiesta a través
de la consciencia profunda. Todo el desarrollo del futuro estará en el terreno de los poderes del cerebro.
El hombre buscará dentro de si para vivir
sanamente. Aprenderá a controlarse conscientemente. Encontrar en alguna parte de la
estructura celular del cerebro, el órgano
que reciba vibraciones de pensamientos positivos para crear poder.
También nos acompaña una inteligencia
infinita que hace que el agua fluya en
obediencia a la ley de la gravedad, hace que la
noche
siga el día y el invierno siga al verano.
Cada ley, cada uno
conservando su sitio
adecuado con relación al uno con el otro.
Creemos que existe
un poder, una fuerza,
una luz, cuando todo
está perdido, algo desconocido,
algo que influye en uno para alcanzar el éxito,
la felicidad y la salud mental. Repetimos
que la felicidad significa, salud, longevidad
y éxito.
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