14 de noviembre de 2011

EDITORIAL: Decadencia de la ética


Analizando la situa­ción socio-espiritual del planeta en la actualidad, no hay como negar la pre­sencia de la destructiva ola de pesimismo y utilita­rismo que domina a las criaturas humanas en to­das partes.

Apoyados en el nihi­lismo, en los comporta­mientos calificados de re­ligiosos de algunos de sus segmentos sociales, el cinismo de las personas y la decadencia de la ética nos presentan la verdade­ra dimensión de la deses­peración que avasalla las mentes y los corazones atormentados.

En consecuencia, la violencia y los desatinos, la drogadicción y el ero­tismo, substituyen a las aspiraciones de ennoble­cimiento de los seres, co­mo mecanismos de eva­sión para llenar el vacío existencial y el desencanto que se posesionaron del siglo XXI, que se diseñaba con perspectivas esclarecedoras, libertadoras, ri­cas de anhelos de felici­dad y de belleza.

La amargura se apo­dera de los individuos que se sienten considerados como objetos materiales, mientras el resentimiento arma a las multitudes des­variadas, que se levantan contra los abusos de po­der, las injusticias socia­les, las inmoralidades de los políticos, la deshones­tidad de los legisladores, que perdieron el respeto moral, la libertad y el de­ber de vivir aunque sea con un mínimo de moralidad...

Se puede afirmar que la aparente calma que aún se mantiene en algunas naciones no esconde los depósitos de explosivos prestos a deflagrar, el es­tallido anunciador de las tragedias que produce.

Se extiende la deses­peranza y aumenta la incertidumbre, se debaten los seres humanos entre la incredulidad y la necesi­dad de pan y paz...

Nunca como ahora necesita el hombre de un faro que le guíe...es El Evangelio de Jesús, para los urgentes cambios y transformaciones que ne­cesita el mundo, y que de­ben empezar en nosotros mismos…

El germen de trigo, tesoro medicinal y nutritivo



El germen de trigo es la parte más va­liosa del gra­no de trigo. Contiene más del 50 por ciento de to­das las vita­minas y es la única parte del grano que contiene la vitamina A.

Logró una popularidad tan grande en los últimos años que no hay una sola tienda de salud (health shop) en el mundo que no tenga entre sus mercancías este pro­ducto milagroso de la na­turaleza.

Es la fuente más rica de la vitamina E que cono­ce la ciencia. Como se sabe, la falta de esta vita­mina es causa de la esteri­lidad, el aborto, la impo­tencia, la artritis y algunas formas de parálisis.

Su consumo retarda el proceso del envejeci­miento y según los cien tíficos Dr. Shute Vogel-sang y G. A. Gloria, ayuda en la circulación y en los procesos metabólicos y ha curado y aliviado muchos desórdenes del corazón. Es una vitamina antitrombiana natural que previene la coagulación de la sangre.

Contiene además las vitaminas del importante complejo B de la cual co­nocemos mucho pero no todo. A pesar de ser sola­mente una pequeña frac­ción del grano, contiene casi toda la grasa del trigo y un porcentaje muy alto de todas sus proteínas y minerales.

Hay en el germen de trigo una sustancia que protege los dientes contra este material de fermento que es causa de las ca­ries. Normalmente el ger­men de trigo se encontraba en el pan corriente pero al refinarse el trigo en los molinos modernos, quita­ron todo el germen de trigo del grano produciendo una harina muy blanca que es una materia que carece de todo elemento nutritivo vivificador.

En la India, donde tantas razas viven en tan diferentes climas, varios británicos expertos en nu­trición estudiaron los re­sultados de la nutrición sobre el organismo humano.
El famoso Dr. McCarrison llegó a la conclusión que las razas que se ali­mentaron con pan de trigo natural, sin quitarle el germen de trigo, fueron las más saludables y fuertes gracias a la vitamina A y al complejo B y E.

Existe duda en cuanto a la vitamina D del germen de trigo, pero en vista de que este germen ha curado casos de raquitismo, per­mite suponer que contiene hasta esta vitamina.

El Dr. D. L. Steinberg, del Hospital General Rochester, dice que ha cura­do 30 pacientes que sufrieron de fibrositis tratán­dolos con aceite de ger­men de trigo.

El Dr. D. W. Ingraharn, de la Escuela Medi­cinal de la Universidad de Georgetown reporta que 12 de sus pacientes obtuvie­ron completo alivio de su fibrositis después de un tratamiento terapéutico con aceite de germen de trigo.

El estreñimiento, una de las maldiciones de nuestros tiempos, llamada la gran enfermedad, dado que nueve de cada 10 per­sonas la padecen, es la consecuencia de la dieta con mucho pan blanco, arroz pulido, alimentos de lata deshidratados y de congelamiento.

Sin embargo, si la gente consumiera pan integral, germen de trigo, leche de soya y yogurt, miel, melaza de caña, poco vino y poca cerveza y muchas frutas y vegetales frescos, esta enfer­medad desapareciera comple­tamente.

Recientes investigaciones descubrieron que el germen también contiene ácido glutamínico. Este es necesario para el desarrollo mental. Es un alimen­to para el cerebro. La mayor causa del subdesarrollo mental en la gente joven es la carencia de este ácido.

Niños alimentados con ger­men de trigo aumentan su inteli­gencia. Una muchacha de 18 años -que tenía el estado mental de una niña de 10- volvió, des­pués de tratada con ácido glutamínico, al colegio y es hoy una mujer completamente normal.

Cómo evitar las molestias de la menopausia


La menopausia, llamada común­mente cambio de vida, es un período de transición en la vida de la mujer cuando cesa su función menstrual.

Esta puede ser natural, prematura o artificial. La me­nopausia natural resulta de la dis­minución de la fun­ción de los ovarios que ocurre normalmente entre los 40 y 50 años de edad.

La menopausia pre­matura es cuando los ova­rios dejan de funcionar antes de los 40 años.

La menopausia artifi­cial ocurre cuando se ex­traen los ovarios mediante cirugía o cuando éstos se someten a radiaciones.

Hay una serie de sín­tomas que pueden presen­tarse durante esta etapa de la vida. Las más comu­nes son brotes de calor con sudoración, nerviosis­mo, depresiones, irritabili­dad, insomnio, palpitacio­nes, deseos frecuentes de orinar y molestias gas­trointestinales.
El dolor de espalda puede ser debido a osteoporosis (descalcificación de los huesos) que se asocia a la disminución de los estrógenos.

Lo que comúnmente se usa en estas situacio­nes es la administración de estrógenos, que reporta muy poco beneficio y pue­de tener efectos secunda­rios muy peligrosos.

En un reciente estu­dio realizado en Inglaterra se notó muy poca diferen­cia entre los placebos (ta­bletas sin efecto) y los estrógenos.

Los estrógenos sólo fueron más efectivos en reducir los estados de calor.

El uso prolongado de estrógeno se ha asociado con un aumentado riesgo de crimen interno, por lo que estas hormonas deben emplearse en casos su­mamente necesarios y por el menor tiempo posible.

En sí, la menopausia no debe considerarse co­mo una enfermedad sino como una etapa en la cual el organismo tiene que hacer ciertos ajustes para adaptarse a prescindir de la acción de los estróge­nos y la progesterona.

Este es un cambio normal y no necesariamen­te tienen que presentarse todas esas molestias que crean un mortificante es­tado de angustia y deses­peración.

El hecho de que mu­chas mujeres hayan pasa­do este período sin mayo­res molestias indica que existen factores que de­terminan que para otras mujeres este cambio sea miserable.

Siguiendo una serie de recomendaciones que ya han sido puestas en práctica por muchas muje­res, no sólo se pueden evitar todos los síntomas mencionados, sino lograr mayor vigor físico y un mejor equilibrio mental.

Modificar sus hábitos alimenticios se hace imperativo para pasar con nor­malidad esta etapa de la vida.

Deben evitarse los dulces, las harinas refina­das y las grasas. En cam­bio debe consumirse dia­riamente alimentos ricos en vitamina C, como son el repollo, pepino, ajonjolí, germen de trigo y otros tipos de vegetales y frutas frescas.

También es necesario realizar ejercicios al aire libre diariamente para mantener el equilibrio or­gánico y evitar marcados disgustos durante la me­nopausia.
EL PAPEL DE LA PIRIDOXINA (Vitamina B6)
Un problema frecuen­te durante la menopausia es un tipo de artritis que se manifiesta con unos nódulos dolorosos que se presentan en las articula­ciones de los dedos de las manos.

Se ha determinado que esta manifestación responde a la administra­ción de piridoxina o vita­mina B6.
Amplias investigacio­nes sobre el efecto de esta vitamina han sido realiza­das por el doctor John Eilis, en Texas. Dos de sus pacientes quienes habían tenido por varios meses estos dolorosos y enroje­cidos nódulos, reportaron que el dolor y la inflama­ción desaparecieron des­pués de tomar piridoxina durante cinco semanas.
LA VITAMINA E PUEDE AYUDAR
Varios estudios reportaron que la vitamina E es bastante efectiva para aliviar la mayoría de las molestias que se presen­tan durante la menopausia. El Dr. Henry A. Gozen reportó en el New York State Journal of Medicine, que la vitamina E eli­minó serios síntomas de la me­nopausia en 59 de 66 pacientes que fueron tratadas con esta vitamina.
OTROS SUPLEMENTOS BENEFICIOSOS
Otros suplementos que pueden ser útiles para toda mu­jer que esté o se aproxime a la menopausia son el complejo B, el calcio y la vitamina D para asegurar la absorción de este último.

Una adecuada inges­tión de calcio puede evitar los problemas de osteoporosis que frecuentemente se presentan en esta eta­pa. Además, el calcio, al igual que las vitaminas del complejo B, actúa como un estabilizador del sistema nervioso.

Medidas para enfrentar la obesidad


Mucha gente anda en busca de una dieta mágica para perder peso, pero la realidad es que la solución al problema de la obesidad no es una "dieta", sino aprender a comer de manera saludable.

El control de peso, al igual que una buena nutri­ción, debería convertirse en una responsabilidad diaria por el resto de su vida.

Existen muchas dietas a base de proteínas (hue­vos, carne, jamón, etc.) con muy pocos carbohidra­tos. Estas dietas presen­tan grandes riesgos para la salud.
Aún en personas nor­males, la restricción de los carbohidratos produce un trastorno de la tolerancia de la glucosa, que es la habilidad del cuerpo para mantener la glu­cosa dentro de los límites normales…

Este fenómeno es llamado diabetes ali­mentaria y es el resultado de una disminución de un 40 a un 50 por ciento de la insulina, que es la hormona que regula el azú­car en la sangre.

Una elevada ingestión proteínas, especialmente de alimentos con alto contenido de fós­foro, como la carne y los huevos, aumenta la pérdi­da de calcio a través de la orina. Además, el exceso de nitrógeno y sulfuro en la sangre que resulta de una dieta alta en proteínas, crea una condición acida que prácticamente "barre" el calcio de los huesos.

El resultado será una deficiencia de calcio aun­que usted tome suplemen­tos de este mineral.

A pesar de los perjuicios de estas dietas con ellas se pierde peso rápi­damente, pero inicialmente la pérdida de peso resulta de la pérdida de agua, no de grasa.

Las proteínas usan siete veces más agua para su metabolismo que los carbohidratos. La pérdida de peso es simplemente deshidratación.

Estas dietas pueden ser fatales para muchas personas, como el caso de la autopsia de una mu­jer que murió a consecuencia de una de estas dietas, la cual demostró degeneración del corazón, del hígado y de otros teji­dos (New England Journal of Medicine, 1978).
NO HAY QUE PASAR HAMBRE
Existe en nosotros un mecanismo de control que es la saciedad; pero este mecanismo funciona úni­camente cuando comemos los alimentos en su forma natural, no desnaturaliza­dos.

Si usted come los alimentos en su forma in­tegral, puede ingerir la cantidad que quiera sin tener que preocuparse por las calorías ingeridas.

Por mucho tiempo se ha culpado a los carbohi­dratos de causar obesidad.

Esto no es cierto, Lo que sí contribuye definitiva­mente a la obesidad son los carbohidratos refina­dos, pero no los carbohi­dratos integrales.

Por ejemplo, en Ja­pón, donde la obesidad es rara, su dieta consiste principalmente en arroz, vegetales y pescados. No sólo se mantienen delga­dos, sino también saluda­bles.

De hecho, las perso­nas que tienen una vida más larga, los Hunzas de Pakistán y los Georgianos, en Rusia, tienen una dieta a base principalmente de carbohidratos integrales, consumiendo sólo un ter­cio de la grasa y la mitad de las proteínas que se consumen en occidente.

El doctor Vaughn Bryant, jefe del departa­mento de Antropología de la Universidad de Texas, después de investigar la dieta del hombre primitivo, adoptó el mismo régimen alimentario basado en gra­nos integrales, frutas, pa­pas, arroz y pescado. Per­dió 30 libras y notó un au­mento en su energía y bienestar.

Los carbohidratos in­tegrales proporcionan gran cantidad de fibras o resi­duos que le dan al estó­mago sensación de plenitud. En cambio, los car­bohidratos refinados como el pan blanco, pastas y azúcar carecen de fibras y dislocan los mecanismos normales de control.

Las grasas proporcio­nan mucho más calorías que los carbohidratos. Por ejemplo, una papa grande tiene 145 calorías, mien­tras que la misma papa con una cucharada de mantequilla tiene 242 calo­rías. Una libra de manza­nas tiene 263 calorías, mientras que una libra de queso tiene 1610 calorías.

Una dieta a base de carbohidratos integrales no sólo ayuda a perder peso, sino que ofrece nu­merosos beneficios. Redu­ce los niveles de coleste-rol, elimina el estreñimien­to, mejora la diabetes y protege contra el cáncer del colon.

Aún una moderada cantidad de ejercicios puede ayudarles a aumen­tar su metabolismo y a reducir su ansiedad por los alimentos. El solo hecho de caminar le puede ayu­dar a perder peso.

Esto fue demostrado por un grupo de mujeres obesas en California quie­nes perdieron un promedio de 22 libras al agregar una caminata a su rutina dia­ria. Estas 11 mujeres habían empleado múltiples dietas pero habían vuelto a aumentar nuevamente de peso. En esta ocasión no se les puso ninguna res­tricción dietética, sólo una caminata diaria.

No comenzaron a per­der peso hasta que la ca­minata pasó de 30 minutos diarios. La importancia del caminar quedó mejor de­mostrada por dos de las mujeres que comenzaron a aumentar nuevamente de peso a causa de que se enfermaron y suspendieron los ejercicios, pero luego que volvieron a caminar su peso volvió nuevamente a disminuir (Archives of In ternal Medicine, 1975).

He aquí un ejemplo de menú que le proporcio­na todos los nutrientes necesarios, sin aportarle calorías excesivas:

En el desayuno: una fruta y una taza de cereal, sea avena, trigo o harina de maíz integral

En la comida: arroz, habichuela y vegetales (tres días a la semana), y víveres, queso sin grasa y vegetales (cuatro días a la semana).

En la cena: una sopa de vegetales sin pastas ni grasas.