Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el
pastor las ovejas de los cabritos.
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me
disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis;
en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces
los justos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de
beber?¿Y cuándo te vimos
forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y
respondiendo el Rey les dirá:
De cierto os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis.
Entonces
dirá también a los de la izquierda:
Apartaos de mí malditos al fuego
eterno preparado para diablo
y sus ángeles.
Porque
tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y
no me disteis beber, fui forastero, y no me
recogisteis, estuve desnudo, y no me cubristeis, enfermo, y
en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces
también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, sediento,
forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces
les responderá diciendo:
De cierto os digo que en
cuanto no lo hicisteis a
uno de estos más
pequeños, tampoco a mi lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna. MATEO 25, DEL 31 AL 48.
No hay comentarios:
Publicar un comentario