Un interesante
estudio descrito por el doctor David A. Snowdon, de la Universidad de
Minnesota, da cuenta de la fuerte y
consistente relación existente entre
la dieta y los riesgos de cáncer de ovario al consumir huevos
y alimentos fritos.
El estudio, que incluyó unas 16 mil 190 mujeres
adventistas del Séptimo Día, se realizó desde 1960 hasta 1980 y en
el mismo se registraron unas 50 muertes
debidas a cáncer de los ovarios.
Las mujeres que comieron huevos
(fritos o no fritos)
tres o más días a la semana
tuvieron un riesgo mayor de cáncer de
ovario que aquellas que comieron de
estos alimentos menos de tres días por
semana.
En otros análisis se demostró
que los huevos, pollos, pescados y papas fritos estuvieron asociados positivamente con el riesgo
de cáncer de ovario.
De todos los alimentos fritos que se
tomaron en cuenta, los
huevos tuvieron la más fuerte asociación con el cáncer de ovario.
Otro reciente
estudio reportó que el riesgo de cáncer
de ovario estaba positivamente asociado con el consumo de jamón y papas
fritas.
También las comparaciones
internacionales muestran que los promedios de mortalidad por cáncer
de los ovarios están positivamente relacionados con el consumo per cepita
de huevos y grasas.
Se piensa que estos
tumores se forman
porque el proceso de freír determina la
formación de numerosos productos de descomposición biológicamente
activos, incluyendo la oxidación de derivados del
colesterol.
Algunos de los productos
de oxidación
del colesterol
son altamente cito-tóxicos (que destruyen las células). (Journal of
American Medical Associa-tion, Julio
1985).
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